¿Veganismo innato?!
¿Por
qué nos resulta sorprendente, tanto a vegan@s como a no vegan@s, la reacción de Luiz Antonio?
Se me ocurren sólo dos formas de acabar siendo vegan@. Por
aprendizaje del contexto (familiar o cultural) o por
contra-aprendizaje. Es decir, o bien aprendemos por nacer en un
contexto vegano, o bien contra-aprendemos como respuesta crítica y
alternativa a un contexto no-vegano. Sin embargo, ¿sería posible
una respuesta vegana espontánea,reflexiva, crítica y aparentemente
sin arendizaje (pues la edad de Luiz Antonio es demasiado corta para
ello )? Si bien tengo mis reservas sobre la consideración de aspectos innatos de conducta por la connotación determinista implícita que agrede la libertad que nos hace morales... la reflexión y la elección de este niño, con apenas edad para ser consciente de lo que come, es, como mínimo, desconcertante.
¿Qué
somos más allá del aprendizaje, de la repetición de “lo dado”,
de lo viejo que reproducimos generación tras generación?... puede
que la inocente Conciencia de este niño nos pueda dar una
pista, no ya de aspectos innatos sino de aspectos potenciales (universales) y de posible desarrollo propios de la Especie humana. ¿Evolución?
Sólo esa Inocencia
puede permitir ver o quizás sentir lo nuevo y presente, a lo
Krishnamurti, no reproducido ni aprendido. La misma Inocencia espontánea que
los taoístas idealizan como sabia. Sólo esa Inocencia puede hacer
preguntas nuevas. Ha visto la cabeza de un pulpo que no estaba.
¿Quién ve la cabeza ausente de un pulpo en el plato? ¿Quién va a
preguntar por ella? ¿Quién puede cuestionar con toda naturalidad y
sin pre-juicio, la "naturalidad cultural" de un pulpo a trozos servido
en un plato?¡sólo un niñ@ podría! Se ha dado cuenta de la matanza
previa sin necesidad de verla y no lo aprueba de manera simple,
genuïna, natural, “clara y distinta” antes, incluso, del
imperativo. Y es esa capacidad de sorprendernos como un niñ@ lo que
nos hace ver algo nuevo, no porque antes no estuviese allí, pues
siempre estuvo enfrente de las narices, sino porque somos incapaces
de verlo bajo la espesa capa de la inercia de lo viejo.
Me recuerda las
palabras del segundo Wittgenstein “no es místico cómo sea el mundo
sino que sea”.
Me imagino la
Evolución Humana en este sentido, más allá del intelecto o la
tecnología o el desarrollo de capacidades extraordinarias... sencillamente la Conciencia, el motor previo y el im-pulso. Su
manifestación genuina y temprana en este niño resulta fascinante, bien pareciera
demasiado benévolo para este Mundo. ¿Serán casos aislados y fugaces en el Firmamento de nuestra existencia humana o vendrán más y más y más? jamás hubiera pensado, de todos modos, que podría llegar a ver un destello de esa evolución en esta vida! Quizás estemos más cerca de dar el paso de lo que imaginaba... quizás sólo se trata de lo que yo querría. En cualquier caso, conocerle ya es un premio al Optimismo.
Me gustaría felicitarte por el blog. Tu visión del veganismo es bastante diferente y aporta conceptos alternativos al tan manido sensocentrismo.
ResponderEliminarGracias.
Gracias a ti, La Matriz!
EliminarLa verdad es que me he sentido gratamente sorprendida por tu comentario, después de dos años ya no lo esperaba! La razón de ser de este trabajo, al margen de la difusión del Veganismo, responde, justamente, a esta observación.
Sólo me bastaba un comentario... y llegó. En fin, mi eterna gratitud por compartir tu opinión. Este bloc, como tantos otros, seguirá siendo un mensaje en la botella a la deriva de un Océano virtual... un abrazo!
No descansaré hasta horadar tu tierno corazón vegano, porque yo sí soy sensocentrista ;)
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