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lunes, 6 de mayo de 2013

Y por qué no una Eco-Vegan- Fofucha?!!



Y por qué no una Eco-Vegan- Fofucha?!!



Y es que me encantan! Ha sido un amor a primera vista.


Tengo que agradecer desde ya toda la información, todos los tutoriales sobre fofuchas que están colgados en la Web. Es fantástico ver cómo en la Red compartimos conocimientos y sabidurías y, en muchos casos, sólo por el placer de compartir e intercambiar... por el placer de mostrar...Aprovecho para agrededer, también, a todas las webs y vídeos sobre nutrición consciente, sobre veganismo y sobre otras tantas cosas. Encuentro conmovedor como se explican procedimientos paso a paso. Esa consideración y ese cariño.


Me tropecé con las fofuchas y me fascinaron. No he podido dejar de devorar modelos y vídeos.. a cuál la más linda, a cuál la más graciosa... en fin, tenía que hacer una de inmediato. Una vegan-fofucha, cómo no!... pero, ¿qué necesitaba?


Aunque me consta que la Goma Eva es un componente muy específico de estas muñecas, es algo de lo que no disponía. Por otra parte, el pórex es un material que no me parece ecológico y, por tanto, no lo iba comprar (la demanda incentiva la creación de oferta). Sin embargo, pensé, lo ideal sería poder reciclar el pórex que llega a nuestras manos... y qué mejor manera!
Así pués, empecé a guardar las virutas de pórex que me llegan dentro de los embalajes de los pedido.




Un buen día festivo, lluvioso y casero, desempolvé el baúl de los retales y “tesoros” que voy guardando para reutilizar en manualidades con las niñas. Quería echar un vistazo para comprobar qué es lo que me podía servir para cuando adquiriese las láminas de goma Eva...pero, entre una cosa y otra, me fui abandonando sin darme cuenta a la aventura de la creatividad mientras las horas pasaban.


Lo primero fue intentar conseguir las “bolas de pórex” comprimiendo las virutas y moldeando una forma esférica gracias a su ondulación original. Sirviéndome de la cinta de carrocero pude conseguir comprimir bolas bastante conseguidas. El segundo reto gratamente conseguido fue montar el molde de las zapatillas. Al ver que disponía de la cabeza y de los zapatos, me moría de ganas por diseñar una idea base de lo que tenía en mente, así que hice los patrones del vestido y los zapatos y los monté en cartón mismo para verificar la técnica y las proporciones ... luego no pude resistirme utilizar algo que sirviera de cuerpo (un vaso de plástico) y algo para las piernas (unas varillas de caña), y montarla entera para visualizar la fofucha en cartón. Luego pensé que con los retales podría hacer una simulación posible del vestido y las bambas, jugando con las combinaciones de colores. El diseño de la fofucha iba tomando forma. Al verlo, lo tuve claro. ¿Por qué no hacer la fofucha definitiva de aquella manera? Intentaría hacer una Fofucha (a coste 0) con todo lo que tenía disponible... no me esperaría a comprar la Goma Eva... ¿para qué si podía utilizar otras cosas? ... una Eco-fofucha espontánea 100% origen reciclado... supe entonces que una Fofucha saldría de aquel querido montón de desechos que siempre espera una segunda oportunidad... no podía esperar un segundo más en verla nacer...


Casi 48 horas más tarde... después de un trabajo absorto y fascinante que me costó algún que otro reproche por abandono de otras tareas y unos garbanzos quemados imposibles de salvar (así que podemos decir coste 0 al margen de esos garbanzos) el resultado fue el que se aprecia en la foto.


Para hacer los tenis y el vestido utilicé retales de camisetas y cintas.
Para hacer las partes del cuerpo utilicé unas tarjetas de cartulina que tenían, precisamente, el color adecuado. Con éstas hice el tronco (quité el vaso de plástico) y las manos.
Para forrar la bola de la cabeza me serví de unas medias de ballet color carne.

Para hacer el cabello utilicé un retal de camiseta de color negro utilizando la misma técnica que si fuera goma Eva.
Todo ello ensamblado con cinta de carrocero. Esta cinta ha sido clave, jugando con su versatilidad pude hacer esta preciosa fofucha inspirada en la diseñadora Suzanne Woolcott (por eso no tiene más que ojos en la cara). La muñeca resulta algo más frágil y delicada, pero se puede desmontar, desvestir, descalzar e, incluso, se puede cambiar la expresión de la cara ya que no está pintada y probar otras combinaciones posibles.


Ha sido toda una experiencia y todo un reto...un Instante precioso! Cuando nuestra creatividad despega los recursos se vuelven ilimitados!

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