Un
"yogurt-flan" muy particular
Puede ser una manera fácil y rica de
obtener un postre y también puede significar una manera muy dulce y
deliciosa de ahorrar.
En mi caso, suelo disponer, siempre
que puedo, de este postre listo en la Nevera. Me ahorro de comprar
yogures y experimento con diversos sabores, ingredientes y texturas.
Hay que tener en cuenta que hay que consumirlo en 4 o 5 días como
mucho.
Este yogurt-flan en concreto es todo
un éxito en casa. También utilizo esta “crema” para hacer
rellenos de pasteles u otras recetas de repostería.
Me salió satisfactoriamente un buen
día experimentando posibilidades de postres caseros (barato,
nutritivo y sencillo), con la intención de ahorrarme de comprar
yogures u otros postres (no sólo por la economía, sino también porque la mayoría de la alternativa vegana
es a base de leche de soja y preferimos restringir su consumo) . No
tiene ningún misterio. Se trata, simplemente, de una crema a base de
leche de coco y leche vegetal espesada con gofio de maíz. En cuanto a la bebida vegetal, sale estupendo con la de avena o con la de almendras casera o con la de alpiste (especifico la de almendras casera, porque la bebida de almendras comprada a mí me resulta muy fuerte de sabor, cosa que no pasa cuando la obtengo de forma casera, pero vaya es un gusto particular).
- Pongo en una olla una lata de leche de coco y 2 tazones grandes de leche de Avena (y podemos también añadir vainilla en rama o un pelín de licor vegano).Cuando empieza a calentarse añado el azúcar moreno (unos 60-70g). Depende de lo dulce que lo queramos.
- También añado unas 3-4 cdas. grandes de gofio de maíz y mezclo con una espumadera.
- Vamos removiendo y cuando empezamos a obtener cierta consistencia lo retiramos del fuego y añado un chupito de aceita de girasol.
- Paso la batidora para uniformar la crema.
- Preparamos las flaneras. Las untamos con algún dulce que nos guste. Puede ser cualquier mermelada casera (de fresas, de melocotón, de calamondín, de cerezas, de moras...) o de alguna melaza como el caramelo de caña de azúcar o la miel vegana de flor dientes de león (buenísima) o algún sirope, como el de arce, el de arroz o el de ágave... en fin, existen un montón de posibilidades.
- Vertemos la crema y dejamos reposar.
- Cuando ya estén frías … a la nevera y listo!!
Hay que tener un poco de tiento con
las proporciones para obtener una textura o cremosidad al gusto.
Confieso que a veces me salen demasiado líquidas y otras demasiado
espesas. Lo ideal es encontrarle el punto. Una textura cremosa a la
par que ligera y de consistencia parecida al flan después de dejarlo
en la nevera una noche.
Que lo disfrutéis en un buen
Intante!
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