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martes, 15 de enero de 2013

Ese arrocito de la “de la abuela”

 
Ese arrocito “de la abuela”



Este es un plato típico de “abuela”. ¿Quién no se acuerda de ese arrocito bien calentito a la cazuela, sucoso y sabroso?... acompañado con aquellos mendrugos de pan casero.



Y digo de “abuela” porque antes del Bum “como carne tos los días”, nuestras abuelas no disponían de carne tan asiduamente. Al menos una gran mayoría de la población, consumían carne más bien en ocasiones especiales o festivas.



Así pues, este era un típico plato de “antes” en un día normal de “antes”. Sin embargo, este plato de arroz está cargado de proteínas sin añadirle nada más. Aunque hay cierta división en el tema de la proteína vegetal en cuanto si es necesaria o no su combinación para aumentar su valor biológico, yo, personalmente, siempre tengo en cuenta las combinaciones (ya me acostumbré desde buen principio). Bueno, haciéndolo así, siempre gano... ya no me preocupa quien tiene razón o no... porque sé que de cualquier forma estaré obteniendo bastante proteína.



Mientras los pre-juicios atacan el posicionamiento vegano como una alimentación llena de carencias (lo cual, tal como vamos viendo , es todo lo contrario) vemos como nuestra sociedad omnívora se enfrenta a problemas graves por culpa de su dieta hiper-proteica. Una vez más, debido a un gran desconocimiento y despreocupación sobre su nutrición (el mismo que yo tenía, no es por nada)... si no conocen ni la suya propia (no se tiene conciencia de lo que se come o se deja de comer) ¿cómo pueden juzgar cualquier otra?



Por lo visto, existe cierta alarma sobre los perjuicios ocasionados a la salud por la sobre-ingesta de proteínas. Este es el efecto de una sociedad que abusa de la carne, los lácteos, los embutidos industriales y donde, encima, decrece el consumo de fruta y verduras naturales que son las que ayudan a equilibrar el ácido base en el cuerpo generado por este abuso. Os dejo un estudio de Michelle López-Luzardo por si es de interés.



Transcribo las conclusiones;



"Conclusiones



las dietas hiperproteicas pueden tener consecuencias metabólicas en diversos sistemas y órganos de la economía, incluyendo alteraciones en el metabolismo hidroelectrolítico y ácido base, en el metabolismo óseo,en la función renal y en la función endocrina. 
De particular significación son las alteraciones del crecimiento enla edad pediátrica, y el riesgo aumentado de urolitiasis,osteoporosis y obesidad en etapas posteriores de la vida.

Debido a la importancia y la potencialidad del papel que podemos ejercer los médicos generales, pediatras y especialistas en nutrición sobre los hábitos de alimentación de nuestra población, se recomienda realizar el mayor esfuerzo posible para evitar el desequilibrio ácido base de la dieta inducido por el exceso en la ingesta proteica y agravado por el consumo insuficiente de frutas y hortalizas."





Es significativo que muchos de estos problemas y hábitos empiezan ya en la alimentación de los niños. El abuso de los yogures, batidos lácteos, huevos, embutidos y carne... en detrimento de Fruta y Verdura que apenas comen. Por ejemplo, un niño de 1 año y 10 kg. debe tomar como mínimo 10,30g. de proteína al día. Sólo con dos yogures y un vaso de leche ya se suma 17,50 g... en fin... empieza a sumar y saca cuentas...



Algunos problemas y repercusiones en la salud pueden ser (transcribo):



"Se sobrecargan los riñones y el hígado, y como hemos contado en anteriores ocasiones, en el caso de los bebés son inmaduros, lo que ocasiona un mayor estrés para estos órganos.

  • Un exceso de proteínas en la dieta se transforma en grasa. Acidifica la sangre. Las proteínas contienen gran cantidad de fósforo.

  • Este mineral compite con el calcio. Por tanto, a más fósforo menor absorción de calcio.

  • La mayoría de proteínas que toman los niños son de origen animal, por tanto toman más grasas saturadas, colesterol y sal. Por este motivo se incrementa el riesgo de sufrir obesidad, trastornos cardiovasculares y renales e hipertensión.”




Es un panorama que amenaza, sobretodo, a la salud del Corazón y los Riñones, como podemos ver también en un artículo con referencia a la Asociación Americana de Cardiología.



Este nuestro plato de arroz no tiene ningún derivado animal y, sin embargo, goza de gran contenido proteico. El suficiente. Las leguminosas como las judías verdes y las habas junto con el arroz, no sólo garantizan la cantidad sino la calidad de la proteína. Pero además de la proteína, destaca en estas verduras un alto contenido en Hierro y, combinádolo con el tomate, los pimientos y una Naranja de postre (vitamina C), permitimos optimizar la absorción de este Hierro por el Organismo.



En fin, es un plato que no necesita nada más y nuestros abuelos lo sabían muy bien...(bueno, puede que sí... esa alcachofa tan diurética y tan de temporada ahora!)



  • Ponemos a hervir en una olla la moncheta tierna con unas hojas de laurel, perejil y un chorreoncito de aceite de oliva.
  • Ponemos a sofreír en una sartén una picada de cebolla y dos dientes de ajo.
  • Añadir las habas (o guisantes frescos)
  • Añadir los pirmientos
  • Cuando empiece a dorar añadir el tomate natural troceado
  • Sal al gusto y albahaca
  • Tapar y dejar unos minuto a fuego lento o nulo mientras las monchetas acaban de hacerse.
  • Pasado ese tiempo introducir el arroz en la sartén, remover y verter el contenido de la olla con las monchetas “aldentes”.

  • Rectificar de agua y sal si necesario y pizca de Cúrcuma.
    Podríamos detenernos un Instante en ese Pan casero...todo un lujo... próximamente en ¡hazlo tu mism@!

    Feliz Instante! 


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