Un
guisado de Seitán ...¿quién envidia a quién?!
Aún me acuerdo lo mal
que lo pasé para introducir la carne en la alimentación de mis
hijas. Esas bolas interminables en sus boquitas (por muy troceada que
estuviera)... esos nervios (los míos y los de la carne que les
provocaban náuseas), ese rumiar y rumiar disimulando la bola en
algún lugar de la boca con carita de resignación y como si no nos
diéramos cuenta del “bulto delator” que sobresalía en la parte
inferior del labio, o de los mofletes... esa derrota entre impotencia
y lástima por el mal rato mutuo que acababa en un “anda hija,
tíralo, escupe, escupe, ¡qué le vamos a hacer!”...¡Qué tiempos
aquellos de desconocimiento y “salgamos del paso” que tengo
prisa!
¡Con lo fácil que
hubiera sido con un buen guisado de Seitán! Con lo fácil que
hubiera sido de haber puesto las prioridades en su sitio. Pero, en
fin, la Vida siempre te envía oportunidades si las sabes ver (o
quieres verlas). Oportunidades para hacer de tu Vida lo que quieres
de ella, para Ser quien eres... lo cual no quiere decir “que te
toque la lotería” ¡qué va! muy al contrario, se te presenta el
inicio de un Camino “donde hay mucho por hacer”, es tan sólo
cuestión de determinación. A medida que avanzas empiezas a ver Vida
en él y te das cuenta de la no-Vida de antes, aún disponiendo entonces de
más comodidades, dinero, éxito, prestigio...motivaciones ilusorias
que no te dejaban apreciar “lo auténtico” de un Instante.
Pero no nos pongamos
tan solemnes para presentar un simple “guisado de Sietán”...aunque
ya dicen que en la Simpleza se albergan las mayores satisfacciones...
Ahora que ya sabemos
hacer nuestro propio y personalizado Seitán... pues podemos probar
un plato como sigue...
- Es tan sencillo como hacer un sofrito; Unos puerros, unos pimientos (unas zanahorias, unos calabacines... en fin lo que tengáis por ahí disponible, en este caso la Huerta no me trajo). Cuando empiezan a dorar añadimos unos tomates naturales troceados, un par de hojas de laurel, pizca de sal (y una pizca de azúcar para contrarrestar la acidez del tomate natural), pizca de Albahaca (u otra especia al gusto), pizca de pimienta negra. Tapamos y dejamos “chup chup” unos minutos.
- En otra sartén salteamos unos filetes de nuestro Sietán con unos dientes de ajo picados, hasta dorarlos.
- los retiramos
- y añadimos los filetes de Seitán en el sofrito. Dejamos "chup chup" unos minutos a fuego lento para que se armonicen todos los sabores (o si tienes vitro, apágala y aprovecha la inercia calorífica para acabar los platos... ahoras energía)
- Podemos acompañarlo, por ejemplo, con unas “patatas a lo pobre” al horno y ¡ cómo no! podemos aprovechar esa energía para hornear también unos calçots que sí me trajo la huerta!.
En fin... sencillo y de
¡fiesta! Que lo disfrutéis haciéndolo y comiéndolo.
Feliz Instante!
No hay comentarios:
Publicar un comentario